Oh esposa de Cristo, que fuiste amada y escogida desde toda la eternidad y a quien Dios concedió de la gracia de participar especialmente en los misterios de su Pasión por medio de tu enfermedad, haz que los que aún caminamos en este mundo estemos también dispuestos a vivir de tal modo que seamos dignos de la complacencia de nuestro Padre del Cielo y concédenos la gracia que te pedimos. Amén.
Pedir la gracia que se desea obtener. Rezar un padrenuestro, tres avemarías y un gloria.
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