VIERNES XXIX T.O. B

Buenos días. Hoy el Señor se muestra duro en sus palabras. Nos dice: ¿no sabéis juzgar lo que es justo? Dios nos dota de una conciencia que nos muestra lo bueno que es vivir como san Pablo nos invita: “sobrellevaos mutuamente por amor”. Seamos buenos y creamos en Dios, que nos enseña en lo mas íntimo cómo amar mejor.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 54-59

En aquel tiempo, decía Jesús a la gente:

«Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: “Va a caer un aguacero”, y así sucede. Cuando sopla el sur decís: “Va a hacer bochorno”, y sucede.

Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?

Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».

 

"¿Cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?" (Lc 12, 54-59)

Señor Jesús, ¡Por fin es viernes! No es necesario que te diga lo cansados que llegamos al final de una semana, pues también Tú exprimias al máximo tus días. Pero comparto contigo y te ofrezco estos días con sus luces y sus sombras. Gracias, una mañana más, por estar esperándome para orar con paz y para poner lo que soy lo que tengo al servicio del Reino de Dios. 

Pero, Señor Jesús, ¡menudo evangelio nos presentas hoy! Sin duda también nosotros somos como aquellos de tu tiempo y hoy disponemos de muchos medios para predecir casi todo con un margen de error muy pequeño. Y también como aquellos, a pesar de tanta tecnología y de tanta inteligencia artificial, no somos capaces de interpretar el tiempo presente ni de juzgar por nosotros mismos lo que es justo.  Ayúdanos a interpretar lo que ocurre, lo que llevamos entre manos, lo que vivimos y sentimos, lo que otros sienten y viven.

Señor Jesús, enséñanos los criterios para interpretar bien cada acontecimiento, cada necesidad, cada conflicto, cada revés, cada logro, cada éxito, cada encuentro, cada mirada y cada abrazo. Enséñanos a mirar a los ojos a los otros y a ponernos en su lugar, a practicar misericordia y a servir siempre más. 

Señor Jesús, al final de la semana te pedimos que nos enseñes a amar más y a amar mejor. Seguro que así seremos más capaces de interpretar los signos de los tiempos desde Ti. Gracias por el Papa Francisco que, una vez más, nos recuerda que Tú nos esperas a todos sin condiciones. 

Así te lo pedimos. Así sea.