viernes, 26 de junio de 2020

CORRIGE A TU HIJO

El hijo sabio ama la corrección, pero el petulante no escucha la reprensión (Proverbios, 13:1)
El que ahorra la vara odia a su hijo; mas el que le ama se apresura a corregirle (Proverbios, 13:24)
Corrige a tu hijo y te dará tranquilidad y hará las delicias de tu alma (Proverbios 29:17)

El amor y la disciplina van de la mano en los procesos de crianza. Quien mima demasiado a un niño y compra su cariño con juguetes sin pedir nada a cambio está criando a una persona egoísta, irresponsable y caprichosa. Puede parecer una afirmación severa pero es una verdad franca.
Las buenas personas trabajan duro por ganarse las cosas, y esto es lo que debes enseñarle a tu hijo desde pequeño. Cuando eres un buen padre y le niegas algo a tu hijo no lo haces por tiranía, sino porque necesitas prepararlo para el mundo, y tu mayor logro como padre siempre será convertirle en la mejor persona que pueda ser.
Asimismo, cuando reprendes o castigas a tu hijo no intentas ser un tirano e imponer todo el peso de tu autoridad sobre él, al contrario, precisamente porque le amas quieres ayudarle a moldear su conducta y temperamento para que estos, más adelante, no se interpongan en su camino al éxito.
Cualquiera que esté criando a su hijo muy mimado seguramente encontrará que hay falsedad en esas palabras. Sin embargo, un padre responsable no piensa solo en la satisfacción del presente, sino en quién se convertirá su hijo en el futuro si no tiene la corrección. El verdadero amor hacia los hijos se expresa cuando nos esforzamos por construir el mejor futuro para ellos desde la crianza.

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