sábado, 29 de junio de 2019

LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Dios es uno. Ni hay ni puede haber más que un solo Dios. El mismo Dios dijo:
- Yo soy Dios, y fuera de Mí no hay ningún Dios y nadie es igual a Mí.
Pero aunque Dios es uno, hay en Él tres Personas, que son Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Estas Personas son distintas entre sí, de modo que el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu santo es el Padre o el Hijo.
Cada Persona es Dios: el Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu santo es Dios; sin embargo no son tres dioses, sino un solo Dios verdadero, porque tienen una sola naturaleza divina.
En esto consiste el misterio de la Santísima Trinidad, en que hay tres Personas distintas y un solo Dios verdadero.
La Santísima Trinidad es un misterio, porque ninguna inteligencia puede comprenderlo en este mundo; pero el mismo Dios lo ha revelado, y Dios no puede engañarse ni engañarnos.

San Agustín, santo y sabio obispo de Hipona, paseaba un día por una playa mientras meditaba sobre dicho misterio.
De pronto vio a un niño que echaba con la mano agua del mar en un agujero abierto en la arena.
- ¿Qué haces, muchacho? -le preguntó el santo.
- Quiero meter en este agujerito toda el agua que hay en el mar.
- Eso es imposible.
- Más imposible es comprender el misterio de la Santísima Trinidad.
Y dicho esto el muchacho desapareció. Era un ángel del Señor.

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