Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 1-6
En aquel tiempo, Jesús entró otra vez en la sinagoga y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Lo estaban observando, para ver si lo curaba en sábado y acusarlo. Entonces le dice al hombre que tenía la mano paralizada:
«Levántate y ponte ahí en medio».
Y a ellos les pregunta:
«¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?».
Ellos callaban. Echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su corazón, dice al hombre:
«Extiende la mano».
La extendió y su mano quedó restablecida. En cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con él.
"Qué está permitido en sábado, ¿hacer lo bueno o lo malo? (Mc 3,1-6)
Señor Jesús, ¿qué está permitido hacer hoy? ¿Qué me está permitido hacer hoy?
Me gustaría poder responder al inicio de esta jornada que lo bueno, que quiero hacer lo bueno, lo justo, lo que en cada momento sea lo mejor. Por eso mi oración de hoy te pide:
- hazme bueno
- hazme mejor
- hazme disponible
- hazme servicial
- hazme desprendido
- hazme auténtico.
Señor Jesús dame la fe y la capacidad necesarias para saber discernir lo que está bien y lo que está mal, lo bueno o lo malo, lo que debo hacer y lo que debo evitar, lo que es tu voluntad y lo que no lo es.
Señor Jesús, sana mis parálisis. Activa mi compromiso. Despierta mi conciencia dormida y zarandea mi conformismo, haz que me comprometa más y mejor por la justicia y por aquellos que necesitan razones de vida y esperanza.
Señor Jesús, haz que camine haciendo Reino.
Así te lo pido. Así sea.
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