Oh Dios, que has concedido a san Carlos de San Andrés, sacerdote, dedicar su vida al bien de los demás y a la salvación de los que estaban oprimidos bajo el peso de la culpa y del sufrimiento, concédenos que, a imitación suya, sepamos dedicarnos sin desfallecer a la salvación de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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