San Juan el Limosnero, Patriarca de Alejandría, san Juan misericordioso, san Juan virtuoso, que usaste todos tus bienes para socorrer a los pobres, edificaste iglesias para refugio, asilo y oración, distribuiste limosnas con las rentas eclesiásticas, atendiste a enfermos y desamparados solucionaste injusticias y liberaste esclavos, tú que siempre hiciste el bien a los más necesitados, a los que considerabas los “verdaderos nobles” y llamabas “tus amos y señores”, acuérdate de los que pasamos por privaciones.
Yo, ……...., acudo hoy a ti pidiendo seas generoso conmigo: tú que a todos escuchabas y atendías con bondad y amor, pido con esperanza tu intervención para solucionar mis grandes necesidades económicas.
San Juan el Limosnero, santo misericordioso, que por tu grandísima compasión fuiste amado y aclamado y ganaste el respeto de todos por tu santidad, ahora que habitas en los Cielos ruega por los que pasamos carencias, tú que estas tan cerca del Padre, de Jesús y la Virgen y puedes hablarles de nuestras dificultades, de nuestros agobios, de las deudas que arrastramos, pídeles que abran las puertas de la abundancia y que yo pueda recibir los tesoros que me envían y así verme libre de toda preocupación financiera y la ansiedad y las carencias desaparezcan de mi vida, que llegue un periodo de tranquilidad y prosperidad a mi vida, a mi familia y a mi hogar. Intercede, san Juan el Limosnero, para que el Padre Divino, que es todo misericordia, me conceda lo que con fe y esperanza solicito:
(pedir lo que se desea obtener).
San Juan el Limosnero, obispo de Alejandría, por tu compasión, por tu bondad y caridad sin límites, por lo mucho que amaste a los más desfavorecidos, por tu dedicación a aliviar a los problemas de los necesitados, media para que mis peticiones sean atendidas en breve y me llegue el auxilio celestial en mis penurias.
Glorioso santo bienaventurado y misericordioso, a ti que no te faltó jamás la ayuda de Dios y siempre tuviste confianza en la Divina Providencia, te ruego me tomes bajo tu amparo y protección, de tu inmensa caridad todo lo espero, en ti confío, y sé que no saldré defraudado(a); yo te prometo estar eternamente agradecido y dar a conocer tu nombre y valiosa mediación; también te pido seas mi bendito bienhechor, me llenes de tu espíritu de entrega hacia los hombres y me enseñes a ser generoso como tú, para que sepa ayudar a los demás cuando lo precisen.
Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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