domingo, 6 de octubre de 2024

DOMINGO XXVII T.O. B


¡Buenos días! Amanece el primer domingo de octubre. Asunto nada fácil el que nos presenta la Palabra de Dios de este domingo: El rabino Hillel opinaba una cosa... El rabino SHammai opinaba otra... Y Jesús... se fue al origen del asunto, a lo que opinaba Dios:

-Hombre y mujer, iguales.

-Tras el matrimonio, hombre y mujer una sola carne. Y para siempre. 

Hoy las lecturas que escucharemos nos harán entender que en todo hemos de dar el callo cada día, sí. Pero en la familia, más. Pidamos por todas ellas y por la nuestra en especial. 

Feliz y bendecido domingo junto al Señor 🙏




Lectura del santo Evangelio según San Marcos 10, 2-16

En aquel tiempo, acercándose unos fariseos, preguntaban a Jesús para ponerlo a prueba: «¿Le es lícito al hombre repudiar a su mujer?».

Él les replicó: «¿Qué os ha mandado Moisés?».

Contestaron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla».

Jesús les dijo: «Por la dureza de vuestro corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».

En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: «Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio».

Acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios. En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él». Y tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos.

 



Si por algo se caracterizó Jesús fue no por ser una persona superficial, sino una persona que intentaba ir al fondo de todos los asuntos que le planteaban.

El problema del divorcio era para Jesús un mal en sí mismo, sencillamente porque no está de acuerdo con el plan de Dios. La raíz que lleva a ese mal está precisamente en un mal de fondo: la falta de AMOR verdadero. Y es que, hoy en día , como entonces, en vez de discutir y lamentarnos por el divorcio, que rompe los matrimonios, deberíamos aprender cuál es el AMOR que los mantiene.

1- Existe un amor posesivo que se funda en las cualidades de lo que amamos (nobleza, inteligencia, belleza,...). Es un amor basado sólo en el sentimiento. Desaparecidas esas cualidades, desaparece el amor. Los sentimientos son inestables y un matrimonio no puede tener de sustento - raíz sólo los sentimientos.

2- Pero gracias a Dios existe otra clase de Amor, el Oblativo, el que se entrega gratuitamente no por cómo eres sino por quién eres, no por lo que veo exteriormente, sino interiormente. Un amor que no ama por méritos y cualidades sino por entrega mutua (en lo bueno y en lo malo, en la salud... ). No se basa en el sentimiento sino en la voluntad.

Por eso una de las cualidades de toda pareja que se ama ha de ser la fuerza de voluntad para superar las "crisis". Se trata, por tanto, de fomentar todo aquello que contribuya al amor, que favorezca el amor, que estimule el amor.

El Señor pone a los niños como ejemplo porque sus cualidades de sencillez, de sinceridad, de pequeñez, de entusiasmo son las que ayudan a mantener vivo el fuego del Amor en nuestros corazones.

Amemos como Dios nos Ama.










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