martes, 1 de octubre de 2024

MARTIRIO DE SAN VERÍSSIMO, SANTA MÁXIMA Y SANTA JULIA


Veríssimo, Máxima y Julia, durante la persecución de Diocleciano (emperador romano desde 284 hasta 305 dC), se presentaron espontáneamente a la albacea de los edictos imperiales, confesando la fe cristiana.

Él trató de disuadirlos, con promesas y amenazas y, como no desistieron los hizo arrestar. Aplicó el  juez varios tormentos, látigos, clavos, láminas de hierro en el fuego. Como resistieron, tuvo que arrastrarlos a través de las calles y finalmente fueron decapitados el 1 de octubre de 303 o 304.

El juez, no contento con lo que había hecho, ordenó que los cadáveres quedaran insepultos, para servir de pasto para los perros y aves. Como los animales los respetaban, envió arrojarlos al mar con pesadas piedras. Los marineros no habían regresado a la playa y los restos santos se encontraban allí.

Los cristianos piadosos los enterraron en el lugar donde posteriormente se construyó una iglesia.

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