domingo, 31 de julio de 2022

MEDITACIÓN DOMINGO XVIII TIEMPO ORDINARIO C (P. Damián Ramírez)

¡Buenos días!

Las lecturas que nos propone la liturgia de este domingo nos ayudan a pensar dónde ponemos nuestra confianza y cuál es nuestra “riqueza”.

Si no somos ricos ante Dios vana será entonces nuestra vida.  

Hoy con san Ignacio de Loyola digámosle al Señor lo que se convirtió en norma de su vida:

“En todo y siempre: AMAR y SERVIR”

Jesús te invita hoy a su mesa… Y si estás de vacaciones tienes más tiempo para asistir.  No lo olvides. 

Buen y bendecido día.


Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 13-21

En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:
«Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia».
Él le dijo:
«Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».
Y les dijo:
«Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
Y les propuso una parábola:
«Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose:
“¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”. Y se dijo:
“Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”.
Pero Dios le dijo:
“Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”.
Así es el que atesora para SÍ y no es rico ante Dios».
 


sábado, 30 de julio de 2022

MEDITACIÓN SÁBADO XVII TIEMPO ORDINARIO C (P. Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Mateo 14, 1-12

En aquel tiempo, oyó el tetrarca Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus cortesanos:
«Ese es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso las fuerzas milagrosas actúan en él». Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo; porque Juan le decía que no le era lícito vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta.
El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo:
«Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
El rey lo sintió, pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran, y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús.






























viernes, 29 de julio de 2022

MEDITACIÓN VIERNES XVII TIEMPO ORDINARIO C - SANTA MARTA (P. Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Juan 11,19-27

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano.
Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús:
«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
Jesús le dijo:
«Tu hermano resucitará».
Marta respondió:
«Sé que resucitará en la resurrección en el último día».
Jesús le dijo:
«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».
Ella le contestó: 
«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».






jueves, 28 de julio de 2022

SANTOS NAZARIO Y CELSO, MÁRTIRES


Nazario y Celso eran santos cercanos a los apóstoles, del siglo I. Nazario era hijo de un pagano llamado Africano y de una cristiana llamada Perpetua, que había sido bautizada por 
san Pedro. Nazario fue bautizado por san Lino y dejó la casa paterna para predicar el Evangelio en Milán, Cimia y Génova, donde convirtió a una viuda que, ya cristiana, le dejó a su hijo Celso, a quien Nazario adoptó como hijo, para que le acompañara en la evangelización. Ya juntos predicaron en los Alpes del Delfinado, Embrun, Ginebra y Tréveris, donde fueron encarcelados. Se les puso en un barco sin velas, que se dirigió a Milán, donde fueron detenidos por el gobernador Anulino. En la cárcel, dijo Nazario a Celso: "Gran dicha es la nuestra de que el Salvador se digne hacernos la gracia de recibir hoy la corona del martirio", a lo que el niño respondió con una oración encendida: "Yo os doy las gracias, Salvador mío, porque siendo aun de tan poca edad, os dignáis a recibirme en vuestra gloria". Y respondió a Nazario: "Vamos a derramar nuestra sangre por Aquel a quien debemos nuestra salvación y nuestra vida". Y fueron decapitados. Los cristianos enterraron sus cuerpos en un huerto de un cristiano.





MEDITACIÓN JUEVES XVII TIEMPO ORDINARIO C (P. Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 47-53

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo mismo sucederá al final de los tiempos: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Habéis entendido todo esto?».
Ellos le responden:
«Sí».
Él les dijo:
«Pues bien, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo». 
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí. 






miércoles, 27 de julio de 2022

MEDITACIÓN MIÉRCOLES XVII TIEMPO ORDINARIO C (P. Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Mateo 13,44-46

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. 
El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra».





 

martes, 26 de julio de 2022

EL TRIGO Y LA CIZAÑA (PARÁBOLA DE JESÚS)

"... El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena simiente en su campo..." (San Mateo, cap. XIII).
 

Los prosélitos de Jesús reconocieron desde un principio la perfección absoluta de su Maestro. Viéndole como hombre, nadie podía igualarse a Él en belleza varonil, augusta y noble. Viéndole sabio, nadie podía aventajarle en ciencia. Viéndole Dios, era la perfección infinita...
Pero, sencillos o insensatos se preguntaban: ¿Por qué, pues que es Dios, no hizo al hombre también perfecto, ya que lo hizo a su semejanza y según su imagen? ¿Por qué ha de consentir que convivan en el mundo la virtud y el vicio? ¿Por qué tolera que murmuren de Él los sacerdotes del templo y los ancianos del Sanedrín? ¿Por qué permite que le hagan guerra los fariseos y los saduceos en la sinagoga y los gentiles en el Pretorio...?
Oyendo esto, narró Jesús:
"El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena simiente en su campo. Mas se durmió y, aprovechando su sueño, vino su enemigo, plantó cizaña entre el trigo y después se fue. Y cuando el trigo creció y estaba ya en yerba y apuntaba la espiga, se descubrió la cizaña. Acudieron entonces los criados de aquel padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena simiente en tu campo? ¿Pues cómo tienes cizaña? Él respondió: Algún enemigo mío la habrá sembrado. Los criados replicaron: ¿Quieres que vayamos a cogerla? Y él les dijo: No hagáis eso, no sea que al arrancar la cizaña arranquéis el trigo juntamente con ella. Dejad crecer uno y otra hasta la siega, que al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Coged primero la cizaña y haced con ella gavillas para el fuego, y meted después el trigo en el granero...".



Jesús admite, pues, la mezcla de la virtud y del vicio, pero se reserva la selección. Su doctrina no premia desde luego la primera sin dejar que se acrisole, ni castiga el segundo sin dejar que pueda arrepentirse. Su propia virtud, con ser del cielo, fue acrisolada con las ofertas de Luzbel. María de Magdala pasó de los espasmos repugnantes del meretricio a los dulcísimos coloquios celestiales. Si todo el mundo fuera bueno, ¿qué razón de existir tendría la humanización de Jesús? Y aun cuando la bondad unánime hubiese provenido de las predicaciones del Maestro, ¿cómo contrastar los verdaderos valores? Los modernos afanes igualitarios se esfuerzan inútilmente en nivelar la sociología universal. Por eso, quizá, quieren cortar las cabezas más altas. Jesús, el igualitario por excelencia, no pensó nunca acometer semejante empresa. Su potencialidad creadora, que es infinita, pudo hacer iguales todos los cuerpos, todos los corazones y todos los espíritus. Pero entonces el mundo no hubiera sido bello ni atrayente. La belleza y los atractivos del mundo están precisamente en la diversidad de los cuerpos, de los corazones y de los espíritus, como la de los bosques está en la diferencia de los árboles y de las flores. Quien tratare de que su bosque fuera todo de los mismos árboles, aun siendo los más hermosos, o que su jardín lo formaran las mismas flores, aun siendo las más fragantes y mejor pintadas, solo conseguiría que su bosque y su jardín tuviesen una monótona homogeneidad triste y desoladora.
Así el mundo es un gran bosque o un inmenso jardín. Nada se conseguiría con cortar los árboles o las flores a una misma altura. El cedro volvería a crecer hasta las nubes, mientras el olivo seguiría arrastrándose por la tierra. La rosa siempre sería más alta que la margarita...

De "Parábolas y milagros de Jesús" (La novela corta, Madrid 1920)

MEDITACIÓN MARTES XVII TIEMPO ORDINARIO C (P. Damián Ramírez)

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 36-43

En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle:
«Explícanos la parábola de la cizaña en el campo». Él les contestó:
«El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el final de los tiempos y los segadores los ángeles.
Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego, así será al final de los tiempos: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles y arrancarán de su reino todos los escándalos y a todos los que obran iniquidad, y los arrojarán al horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».



















ORACIÓN A SAN JOAQUÍN Y A SANTA ANA (1)


Insigne y glorioso patriarca san Joaquín y bondadosísima santa Ana, ¡cuánto es mi gozo al considerar que fuisteis escogidos entre todos los santos de Dios para dar cumplimiento divino y enriquecer al mundo con la gran Madre de Dios, María Santísima! Por tan singular privilegio, han llegado a tener la mayor influencia sobre ambos, Madre e Hijo, para conseguirnos las gracias que más necesitamos.
Con gran confianza recurro a vuestra protección poderosa y os encomiendo todas mis necesidades espirituales y materiales y las de mi familia, especialmente la gracia particular que confío a su solicitud y vivamente deseo obtener por su intercesión.
Que yo siempre invoque los santos Nombres de Jesús y de María, y así me salve. 
Como vosotros fuisteis ejemplo perfecto de vida interior, obtenedme el don de la más sincera oración. Que yo nunca ponga mi corazón en los bienes pasajeros de esta vida. 
Dadme vivo y constante amor a Jesús y a María. Obtenedme también una devoción sincera y obediencia a la Santa Iglesia y al Papa que la gobierna para que yo viva y muera con fe, esperanza y perfecta caridad.

lunes, 25 de julio de 2022

ORACIÓN AL APÓSTOL SANTIAGO


Gloriosísimo Santiago el Mayor, 
padre de infinitos mártires y santos, aclamado por todos como Apóstol de la Paz, a quien se le da enormemente las gracias en todas las naciones, en cualquier parte y lugar, que fuiste recompensado con un trono celestial por tu amor y obediencia al Señor, ¡ruega por nosotros!

Santiago, gran defensor de la fe, que dejando todo, familia y trabajo, despreciando lo que el mundo te ofrecía, a la primera llamada respondiste con un ¡sí! y seguiste a Jesús incondicionalmente, incluso antes de ser testigo de sus milagros, que con tu predicación convertiste a tantos, ya a muchos más ganaste para mayor gloria del Señor, hoy te invoco con fe y confianza, escucha mi súplica, dame tu ayuda y bendición.

Tú que saliste victorioso de la batalla que libraste contra las legiones de demonios, contra magos y hechiceros, y contra todos los poderes de la oscuridad, préstame tu brazo poderoso y líbrame de toda envidia, de todo enemigo y mal.

Glorioso Santiago, tú que das alivio y esperanza a los que están lejos de su país, que manifiestas tu poder restableciendo rápido la salud de los enfermos, que eres liberador de los que padecen cualquier clase de esclavitud, que eres defensor de los que injustamente son tratados y eres consuelo de los afligidos y necesitados, intercede ante Dios para que pueda obtener lo que humildemente te solicito:

(Hacer la petición).

Santo Apóstol Santiago, ante ti me arrodillo para pedirte protección para el peregrino ante las adversidades del Camino.

Te ruego que extiendas tus manos para que tu sombra le proteja del sol abrasador. Te ruego que seas su fuente de agua clara donde saciar su sed, su esperanza cuando se sientan perdidos o fatigados, su cordura en momentos de incertidumbre y desesperación.

Santo Apóstol Santiago, te ruego tomes de la mano a tus peregrinos, que dejaron su vida en tu sendero sagrado. Dales la Paz y tu infinita bondad en su nuevo Camino hacia la eternidad.

Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Rezar, pidiendo su gran ayuda al poderoso y bondadoso Santiago Apóstol, el Mayor, el Credo y la Salve. 

SAN CUCUFATE, MÁRTIR



San Cucufate era de origen africano, y nació de padres nobles y cristianos en la población de Scila. Enviado, con su hermano Félix, a Cesarea de la Mauritania para aprender las letras humanas, hizo allí grandes progresos, no solo en el estudio, sino más aún en el espíritu. Mas como ambos se sintieran animados de un intenso deseo del martirio, teniendo noticias de que había estallado una sangrienta persecución contra los cristianos, partieron para España y desembarcaron en Barcelona.
Al entender, pues, que el prefecto Daciano, atravesando las Galias, se dirigía a España, mientras Félix se dirigió a Gerona, Cucufate decidió esperarlo en Barcelona, mientras se preparaba con especiales oraciones para el martirio. Al mismo tiempo se dedicó al oficio de mercader, procurando ejercitar la caridad con los hermanos cristianos. Llegado, pues, Daciano a Barcelona, como entretanto se había dado a conocer Cucufate por su eximia caridad con los pobres y necesitados y por sus obras de celo, fue bien pronto delatado.
Preso, pues, por orden del juez, fue encerrado en un calabozo, donde se trató primero por todos los medios posibles de inducirle a que sacrificara a los ídolos. Mas, como persistiera con la mayor firmeza en la confesión de la fe, fue entregado en manos del prefecto Galerio para ser torturado. Este, en efecto, presa de una fiera rabia contra los cristianos, lo entregó a doce robustos soldados, con la orden de que por turno le azotaran y con las uñas de hierro y con los escorpiones lo despedazaran hasta que le quitaran la vida. Le aplicaron al punto tan inhumano tormento, y ya estaba el cuerpo del mártir completamente dilacerado cuando, por justo castigo de Dios, los verdugos se sienten heridos de ceguera y el prefecto cae herido de muerte, mientras Cucufate es milagrosamente sanado de sus heridas.
Después, le abrieron el vientre y le sacaron las tripas, pero él se las metió de nuevo dentro del abdomen, que se cosió con un cordón. 
Ante tan estupendos milagros gran multitud del pueblo abandona la superstición pagana y abraza la fe de Cristo; pero, entretanto, el nuevo prefecto Maximiano, sucesor de Galerio, ordena a los verdugos asar cruelmente al mártir en las parrillas y, para aumentar la tortura, untar el cuerpo asado con vinagre y pimienta. El mártir, por su parte, puesto en medio del tormento, entona salmos al Señor, y con un nuevo milagro es sanado repentinamente, mientras los verdugos perecen en el fuego. Ciego de rabia el prefecto, y atribuyendo todas estas maravillas a arte diabólica, manda inmediatamente que se encienda un gran fuego y en él se queme el mártir; mas, puesto Cucufate en medio de la ingente llama, sumido en oración al Señor, permanece enteramente ileso, mientras la llama se extingue por completo.
Desconcertado y confuso el prefecto Maximiano, ordena volver al mártir a la cárcel, para decidir él durante la noche lo que se deberá hacer. Mas, durante aquella noche, es recreado el mártir con un resplandor celeste en su prisión, con el cual, ilustrados los carceleros, penetraron en la verdadera luz interior y creyeron en Cristo. Al tener, pues, noticia de todo esto, ciego de ira Maximiano, manda flagelar al mártir con azotes de hierro hasta quitarle la vida; pero, mientras se le aplicaba tan inhumano tormento, por efecto de la oración del mártir arde en llamas la carroza del prefecto Maximiano, y, mientras se dirigía al templo para sacrificar a los ídolos, muere presa de las llamas, al mismo tiempo que los ídolos caen al suelo hechos pedazos.
Finalmente, el nuevo prefecto Rufo, escarmentado en sus predecesores, no se atrevió a aplicar ningún tormento al mártir, sino que, pronunciando la sentencia contra Cucufate, ordena que lo pasen por la espada. Así, pues, habiendo superado la crueldad del fuego, del hierro y de todos los tormentos, herido por la espada obtuvo la palma del martirio el 25 de julio. El martirio tuvo lugar en las afueras de la ciudad, en el campamento militar denominado Castrum Octavianum, que es la actual población de San Cugat del Vallés, junto a Barcelona.
 

MEDITACIÓN SOLEMNIDAD SANTIAGO APÓSTOL (P. Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Mateo 20, 20-28

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron:
«Podemos».
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos». 





domingo, 24 de julio de 2022

ORACIÓN A SANTA CRISTINA DE BOLSENA


Oh bienaventurada santa Cristina, virgen y mártir, tú que siempre fuiste agradable al Señor por los méritos de tus virtudes, por tu valentía al confesar tu única fe en Él y pronunciar su Santo Nombre hasta la muerte, implora por nosotros para que nos conceda su misericordia.
Santa Cristina, niña fuerte, fiel y paciente que sufriste por defender y servir a Dios, que con tu conducta y acciones solo buscaste la gloria de Jesús, que con valor soportaste crueles tormentos hasta la muerte y poniendo confianza ilimitada en el poder y ayuda de Cristo fuiste consolada por luminosas apariciones de Ángeles, escucha y atiende nuestras suplicas: que tu fe, valentía y amor ilumine nuestras vidas, que tu bendita mano sea nuestro apoyo y sostén en los momentos de desaliento y desesperación, que tu candorosa luz nos guíe con firmeza en las situaciones de desasosiego y confusión.
Santa Cristina, niña de inmensa grandeza espiritual, intercede por nosotros ante el Señor y pídele nos conceda urgente remedio para: (decir lo que se quiere conseguir). 
Santa Cristina llena de pureza y perfección, estandarte de la fe en Jesús, nuestro Señor, elegida pese a tu debilidad para confundir a los fuertes, fiel a Dios a pesar de los numerosos y enormes obstáculos a los que te tuviste que enfrentar en tu corta edad, te rogamos con toda humildad y esperanza: danos urgente solución a nuestras adversidades y problemas, alcánzanos la gracia de ser fuertes como tú, sobre todo en los momentos de flaqueza y desaliento, obtennos un verdadero amor a Jesús y haz que anhelemos la gloria eterna cada día de nuestras vidas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Hacer la oración y los rezos durante tres días consecutivos.


MEDITACIÓN DOMINGO XVII TIEMPO ORDINARIO C (P. Damián Ramírez)

¡Buenos días!

Amanece un nuevo domingo marcado por la celebración de la solemnidad del Apóstol Santiago (que comenzará a celebrarse esta misma tarde en su víspera).

Hoy recordaremos a los abuelos y mayores en la jornada mundial promovida por el Papa Francisco y escucharemos de labios de Jesús lo importante que es la oración en nuestra vida.  

Feliz y bendecido día del Señor🙋‍♂️


 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 11, 1-13

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo:
«Cuando oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”».
Y les dijo:
«Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:
“Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde:
“No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».

SAN BORIS Y SAN GLEB, MÁRTIRES



Boris y Gleb, hijos de san Vladimiro, duque de Muscovy y nietos de santa Olga.
Boris desde pequeño fue muy piadoso y pensó ser monje pero, siguiendo el consejo de su padre, se casó siendo joven. Era gobernador de la ciudad de Rostov mientras que Gleb lo era de la ciudad de Murom.
Los hermanos se amaban y sobre todo amaban a Dios. Pero tenían un hermano mayor, Svyatopolk, que era sanguinario y se reveló sin éxito contra su padre. Este le perdonó pero el joven no cambió de corazón. Una vez muerto su padre decidió matar a sus hermanos para obtener poder absoluto. Boris se enteró y se enfrentó con un dilema: ¿cómo debe actuar un cristiano en esta circunstancia? Recordó las palabras del Nuevo Testamento: "Si un hombre dice amar a Dios pero odia a su hermano, es un mentiroso" Después de una difícil lucha interna, decidió no presentar resistencia. Boris despidió a sus hombres y se quedó solo con un sirviente junto al río Alta para esperar a los asesinos. Pasó su última noche en lágrimas y oración, confortado por los Salmos y los Evangelios. Recordó también cómo santa Bárbara fue asesinada por su propio padre. En la mañana entraron los asesinos a su tienda y lo hirieron. Boris pidió que le dejaran vivir un momento más para finalizar su oración. Entonces se ofreció como cordero de sacrificio diciendo: "Dense prisa en completar su trabajo y que la paz sea con mi hermano  Svyatopolk y con ustedes mis hermanos".
El príncipe Gleb, unos años más joven que Boris, fue asesinado más tarde en el río Dnieper. Al principio pidió que no le matasen, pero al fin aceptó su destino con paz y dijo a los asesinos: "Si desean saciar su sed con mi sangre, me entrego a ustedes, mis hermanos, y a mi hermano, mi príncipe". Proclamó entonces que la muerte es el nacimiento a una vida nueva.
Los dos hermanos no buscaron la muerte ni murieron por causa de su fe sino por intereses políticos del hermano mayor. Pero ante la muerte los dos hermanos libremente optaron por actuar como cristianos, no devolvieron mal por mal sino que optaron por el perdón y la confianza en Dios.
El pueblo ruso, recién convertido al cristianismo, quedó profundamente impresionado con la conducta cristiana de los dos jóvenes príncipes que se unieron a la pasión de Cristo. Para ellos el ejemplo de Boris y Gleb fue una maravillosa enseñanza de cómo vivir el cristianismo y del poder que Dios otorga para lograrlo. "Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen".
Fueron canonizados (reconocimiento del culto) en 1724 por el papa Benedicto XIII.

24 DE JULIO: SAN BORIS Y SAN GLEB

sábado, 23 de julio de 2022

MARTIRIO DE SANTA CRISTINA DE CORÇA

Santa Cristina repartía entre los pobres fragmentos de esculturas de oro y plata de dioses romanos, que había roto. Como consecuencia de estas acciones, su padre la hace azotar. A partir de este momento empiezan los martirios a que la santa fue sometida. Primero le rasgan la piel con unos garfios metálicos, luego la introducen en una olla llena de aceite hirviendo. Más tarde la intentan tirar al mar con una gran piedra atada al cuello, pero es rescatada por dos ángeles. Entonces aparece Cristo y la bautiza. Posteriormente la meten en un horno, que ardió varios días seguidos. Para escarnio público, la desnudan y la pasean por las calles de la ciudad hasta el templo de Apolo. Acaba el relato con el momento de su muerte después de que le claven numerosas flechas, una de las cuales le atraviesa el corazón.









ORACIÓN A SANTA BRÍGIDA

Santa Brígida, es mi petición que me reveles lo que habrá de pasar, en espacio en el que pueda yo remediar cualquier cosa para no lamentar luego. Te suplico por mi alma, las de mis seres queridos y las de mis amigos, para que no nos turbe la adversidad.

En todo momento acompáñame, toma mi mano, llévame en guía por el camino; te imploro que cada día, por cada mes del año, sea de gracia. Que ninguna fatalidad, mal tiempo, tribulación, puedan tocar a mi puerta; aleja de mi todo mal, todo sentimiento desviado de Dios Padre Creador; saca toda malignidad de mi hogar o espíritu que lo maldiga, no dejes que se instauren en los corazones de mis seres queridos. 

Permíteme seguir a tu lado en tu palabra; te ruego que me confieras entendimiento, amor al prójimo, lealtad, para también encontrarlo a mi paso, en cualquier rol que me toque desempeñar. Bendice de esta manera mi profesión, mi trabajo, mi rol familiar y social, que cada individuo pueda velar porque esto sea así para ellos. Por favor, es especial mi súplica por que se dé la efectividad en el tiempo de esta oración.  

Ángeles de mi Guarda, descended del cielo, colocaos en la defensa de la puerta de mi hogar, en la de todo el mundo, para que sea un lugar mejor para vivir, en el que tengamos paz.  

Santa Brígida, que tu voluntad nos resguarde; nos encomendaste orar en todo momento, a mantener la alegría, a agradecer independientemente de la situación que vivamos.

Gracias, Jesús, porque en Ti confío. Es oportuno reconocer tus bondades para conmigo, así lo hace mi corazón, por eso mi súplica de perdón o socorro suben al cielo, con tanta fe en tu majestuoso poder u obra. Reconocida esta por este siervo, daré testimonio de ella ante quien deba darlo, y no temeré jamás porque Tú mi Dios estás conmigo. Amén.

MEDITACIÓN SÁBADO XVI TIEMPO ORDINARIO C (P. Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».




viernes, 22 de julio de 2022

ORACIÓN A SANTA MARÍA MAGDALENA

Santa María Magdalena, perla preciosa de Cristo, caída de la Mesa del amor de Dios, profundamente perdida durante un tiempo, pero buscada y encontrada por Jesús y los suyos con inmensa solicitud y amor.

Tú, que fuiste liberada por Jesús del dominio de Satanás, y de las fuertes ataduras que te ataban a él, alcánzame de Jesús, por tu intercesión, la gracia de verme libre de todas las ataduras de pecado que no me dejan romper con él.

Tú, qué después de tu conversión lo acompañaste como discípula suya, guardando en tu corazón su Palabra de Vida, su divino perdón, siendo testigo privilegiada de sus milagros de Amor, alcánzame de Jesús, por tu intercesión, la gracia de seguirle también yo, acogiendo su Palabra, recibiendo su perdón,  siendo testigo también hoy de su Misericordia y su Amor. 

Tú, que no desperdiciaste ocasión alguna para demostrarle tu gratitud y amor, que ungiste sus pies en Betania seis días antes de su muerte y con tus propios cabellos los secaste, alcánzame de Él, por tu intercesión, la gracia de mostrarle siempre mi humilde agradecimiento y mi delicado amor, sobretodo en el precioso Sacramento de su Cuerpo, la Santísima Eucaristía y en mis hermanos los hombres donde se  esconde Él.

Tú, que no dudaste en seguirle hasta la Cruz, en Jerusalén, y que fuiste testigo privilegiada de su resurrección, alcánzame de Jesús, por tu intercesión, la gracia de  enamorarme de Él y de seguirle fielmente hasta el final.


Tú, que fuiste la primera testigo de la  resurrección de Jesús, y por encargo suyo te convertiste en la Apóstol de los Apóstoles; tú que seguiste cumpliendo esta misión hasta el último instante de tu vida, y continuas realizándola entre nosotros hasta el fin de los tiempos, alcánzame de Jesús, por tu intercesión, la gracia de ser Apóstol de su Misericordia, como tú, hasta el último aliento de mi vida.

Tú, que escuchaste su poderosa Palabra invitándote con urgencia al arrepentimiento y a la conversión, alcánzame de Él, por tu intercesión, escuchar también yo su llamada y decidirme al arrepentimiento y a la conversión.

Tú, que en un instante fuiste perdonada por Jesús, y te encontraste de repente libre de tus graves extravíos, alcánzame de Él, por tu intercesión, la gracia de reconocer mis culpas y de recibir su perdón.


MEDITACIÓN VIERNES XVI TIEMPO ORDINARIO C - SANTA MARÍA MAGDALENA (P .Damián Ramírez)

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1.11-18):

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella les contesta: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: «Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice: «¡María!».
Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!».
Jesús le dice: «Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro"».
María Magdalena fue y anunció a los discípulos: «He visto al Señor y ha dicho esto».