Mi muy querido Jesús, escucha esta oración de mí, una indignísima alma, y ayúdame a amarte más. Por mi libre albedrío, yo te ofrezco este don de vuelta, querido Jesús, para que yo pueda convertirme en tu humilde siervo y permanecer obediente a la voluntad de Dios. Mi voluntad es tu voluntad. Tu mandato significa que yo soy obediente a todos tus deseos. Mi libre albedrío es tuyo, para que hagas con él lo que sea necesario para salvar a todas las personas, por todo el mundo, que están separadas de Ti. Yo concedo este don, que fue me dado a mí al nacer, a tu santísimo servicio. Amén.
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