Un águila rapante,
con vista perspicaz, rápido vuelo, descendiendo veloz de junto al cielo,
arrebató un cordero en un instante.
Quiere un cuervo imitarla: de un carnero
en el vellón sus uñas hacen presa;
queda enredado entre la lana espesa,
como pájaro en liga prisionero.
Hacen de él los pastores vil juguete,
para castigo de su intento necio.
Bien merece la burla y el desprecio
el cuervo que a ser águila se mete.
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