miércoles, 22 de febrero de 2023

VIDA DE SANTA MARGARITA DE CORTONA

Margarita nació en Laviano, Perugia, en el año 1247 en el seno de una familia de agricultores. Su infancia transcurrió feliz junto a sus padres, sobre todo junto a su madre, quien le enseñó a rezar y a convertirse en una niña piadosa. Pero su felicidad se vio truncada cuando tenía 7 años y vio morir a su madre. Su padre se volvió a casar con una mujer muy diferente a su primera esposa. Estricta, fría y agresiva, no se comportó como una madre cariñosa con su hijastra.

A los 17 años Margarita se fijó en un noble terrateniente de Montepulciano conocido como Arsenio. Margarita aceptó a vivir con él sin contraer matrimonio y llegó incluso a tener un hijo. Empezó entonces una vida lujosa y sin preocupaciones. Siempre tuvo remordimientos de que vivía en pecado, por tal motivo se dedicaba a realizar obras de caridad entre los pobres mientras intentaba convencer en vano a su compañero de que por fin contrajeran matrimonio.

Arsenio fue asesinado por unos bandidos que quisieron atacar sus tierras. Margarita decidió entonces dejar su hogar y vivir una vida diferente. Devolvió las tierras a la familia de Arsenio y vendió sus joyas y pertenencias para dar el dinero recibido a los pobres.

Margarita intentó volver a casa de su padre pero su madrastra no quiso aceptarla y mucho menos con un hijo ilegítimo y una vida de pecado a sus espaldas. Margarita encontró el consuelo de unas mujeres que le ayudaron a cuidar a su hijo y de los padres franciscanos que la ayudaron a seguir una vida de fe y pobreza.
Con el tiempo, Margarita fundó un hospital en Cortona en el que, junto con otras hermanas, se dedicó a asistir gratuitamente a los enfermos y a ayudar como partera de mujeres pobres.

Margarita murió el 22 de febrero de 1297. Los padres franciscanos que ayudaron a la santa a cambiar el rumbo de su vida escribieron sobre ella. En 1728, el Papa Benedicto XIII la declaró santa.

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