viernes, 10 de febrero de 2023

EL CABALLO Y EL CIERVO (Félix María Samaniego)



Perseguía un caballo vengativo
a un ciervo que le hizo leve ofensa; 
mas hallaba segura la defensa
en su veloz carrera el fugitivo.
El vengador, perdida la esperanza 
de alcanzarlo, y lograr así su intento, 
al hombre le pidió su valimiento, 
para tomar del ofensor venganza.
Consiente el hombre, y el caballo airado 
sale con su jinete a la campaña;
corre con dirección, sigue con maña, 
y queda al fin del ofensor vengado. 
Muéstrase al bienhechor agradecido; 
quiere marcharse libre de su peso;
mas desde entonces mismo quedó preso, 
y eternamente al hombre sometido.
El caballo que suelto y rozagante 
en el frondoso bosque y prado ameno 
su libertad gozaba tan de lleno, 
padece sujeción desde ese instante.
Oprimido del yugo ara la tierra; 
pasa tal vez la vida más amarga; 
sufre la silla, freno, espuela, carga, 
y aguanta los horrores de la guerra.
En fin perdió la libertad amable, 
por vengar una ofensa solamente. 
Tales los frutos son que ciertamente 
produce la venganza detestable. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario