¡El pobre! Al pobre menosprecia el mundo,
el pobre vive mendigando el pan;
falsa piedad o ceño furibundo,
cual un favor le dan.
La gloria al pobre le deniega un nombre,
el poder le deniega su esplendor,
la noche el sueño, su amistad el hombre,
la mujer el amor.
¡Oh verdes bosques, círculo del polo,
montes, desiertos donde el rico va!
¡Mar insondable, eterno, inmenso y solo!
El pobre no os verá.
¡Ah! en los ojos del pobre brota el lloro,
y no enternece un solo corazón;
que las lágrimas sólo en copa de oro
merecen compasión.
¡Vedle! su pie la tierra triste pisa;
todo en él nos revela el padecer:
ojos sin luz, y labios sin sonrisa,
y vida sin placer.
Y empero el pobre tiene una esperanza
que vale más que el mundo y mundos dos;
inmenso bien que el oro vil no alcanza,
el pobre tiene a Dios.
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