martes, 19 de mayo de 2020

SONETO AL ADORABLE SACRAMENTO DEL ALTAR

¡Quien me diera tu voz, cisne de Aquino,
tus lágrimas de amor, o al tercer cielo
del alma torpe sublimara el vuelo
cual otro Pablo en rapto repentino!
Pudiera entonces el inefable trino
seguir del Serafín, y ante este velo
que te oculta al mortal con tierno anhelo
cantar el triunfo del amor divino.
Mas ¡ay! mi labio trémulo suspira
¡oh Dios de amor! y siento débilmente
arder en mí tu llama abrasadora:
Y si voy a cantar, la voz espira
y el alma toda fallecer se siente
y mudo el corazón tiembla y te adora. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario