Ciro era un médico de Alejandría a quien el ejercicio de su profesión había dado múltiples ocasiones de atraer a los paganos a la fe de Jesucristo. Juan, que era árabe, al saber que una dama llamada Anastasia y sus tres hijas eran torturadas en Canopo de Egipto, por el nombre de Cristo, fue a dicha ciudad para animarlas a sufrir, acompañado de Ciro. Ambos fueron aprehendidos y cruelmente golpeados; los verdugos les quemaron los costados con antorchas encendidas y echaron sal sobre sus heridas, en presencia de Anastasia y sus hijas, Teodosia de 15 años, Teoxtista, de 13 y Eudoxia, de 11, quienes fueron también torturadas. Finalmente, las cuatro mujeres fueron decapitadas, mientras que a Ciro y Juan se les cortó la cabeza algunos días más tarde, el 31 de enero.
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