viernes, 18 de noviembre de 2022

SAN ROMÁN DE ANTIOQUÍA, MÁRTIR



San Román de Cesarea, en Antioquía, fue un diácono y mártir cristiano de Siria que sufrió martirio en el año 303 d. C. durante las persecuciones del emperador Galerio contra los cristianos. El motivo era que exhortaba a los paganos a convertirse.

Las autoridades romanas, durante los días de la Pascua de los cristianos, prendieron a Román, condenándole a morir quemado, asistiendo a la ejecución el mismo pretor Galerio. Una lluvia repentina extinguió la hoguera, por lo cual, el mártir riendo, preguntó: "¿Dónde está el fuego?". Este gesto le mereció serle cortada la lengua, siendo entonces su ejecución aplazada. Durante todo el tiempo que duró el interrogatorio, Román continuó hablando milagrosamente, tanto que se reclamó la presencia del médico que la amputó, teniendo este la necesidad de mostrarla, pues la había guardado como reliquia. Un niño que lo presenció todo, llamado Barula (o Várulas), se puso a proclamar la divinidad de Cristo, lo cual hizo que fuese igualmente torturado y decapitado ante su propia madre. Después Román fue enviado a prisión. Según narra Aurelio Prudencio, allí padeció torturas con potro y flagelación con látigos de plomo a manos de Asclepiades, quien había intentado arrasar su iglesia en Siria. Después de tan duros tormentos lo colgaron de una viga del techo.  El 17 de noviembre de 303, Román fue estrangulado en la prisión.


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