Asimismo fuiste un hombre noble, humilde y sencillo; aquí estoy ante ti, divino santo, porque sé de tus aventuras en terrenos de guerra, muerte, odio, persecución, y sé que de tu vestido protegiste a un mendigo que clamó piedad ante ti.
Sé que fuiste elegido por mi Padre para servir al prójimo y dar lecciones de verdadera fe y devoción. Y por lo grande y milagroso que fuiste, te admiro, venero y te amo.
Eres hombre de lucha contra demonios, bajo la protección de la oración fiel, sincera que siempre acompañó tus pasos.
Por otro lado, sé que atiendes al llamado de todos los que acuden a ti; hoy pido que intercedas ante nuestro Padre y le pidas lo que tanto deseo. Sé que Él te escuchará y que tú me ayudarás, porque confío en ti y en tu poder milagroso. Concédeme la dicha de encontrar un buen trabajo, digno y honrado en donde pueda desarrollar todos los dones y las cualidades que Dios puso en mí.
Asimismo, que mis compañeros sean buenos y considerados, también mi jefe sea bondadoso y consciente y que mis actividades sean acordes a mis conocimientos.
Poderoso San Martín Caballero, tus milagros recorrieron el mundo y hoy muchos te siguen por lo grande que fuiste. Alcánzame con tu espíritu de lucha, de caridad y de humildad así como de entrega a Dios que mi corazón se colme de tu espíritu y pueda ser ejemplo de tu andar.
Mi Padre ha dicho "pedid y recibiréis", y por ello estoy aquí, ruego se escuche mi llamado, ya que anhelo un buen trabajo digno de mí. No pido más riquezas que no sean tus bendiciones, y aquello material que sea necesarios para mí y mi familia.
Aumenta mis ingresos para que el dinero llegue a mí y que allí se mantenga. De igual manera, pueda adquirir propiedades y bienes que engrandezcan mi economía, pero que al igual pueda caminar de tu mano sin faltar a tus mandatos.
Te pido piedad y fortaleza para enfrentar los nuevos retos que has de poner en mi camino.
Gracias eternas por tantas bendiciones. Amén.
Sé que fuiste elegido por mi Padre para servir al prójimo y dar lecciones de verdadera fe y devoción. Y por lo grande y milagroso que fuiste, te admiro, venero y te amo.
Eres hombre de lucha contra demonios, bajo la protección de la oración fiel, sincera que siempre acompañó tus pasos.
Por otro lado, sé que atiendes al llamado de todos los que acuden a ti; hoy pido que intercedas ante nuestro Padre y le pidas lo que tanto deseo. Sé que Él te escuchará y que tú me ayudarás, porque confío en ti y en tu poder milagroso. Concédeme la dicha de encontrar un buen trabajo, digno y honrado en donde pueda desarrollar todos los dones y las cualidades que Dios puso en mí.
Asimismo, que mis compañeros sean buenos y considerados, también mi jefe sea bondadoso y consciente y que mis actividades sean acordes a mis conocimientos.
Poderoso San Martín Caballero, tus milagros recorrieron el mundo y hoy muchos te siguen por lo grande que fuiste. Alcánzame con tu espíritu de lucha, de caridad y de humildad así como de entrega a Dios que mi corazón se colme de tu espíritu y pueda ser ejemplo de tu andar.
Mi Padre ha dicho "pedid y recibiréis", y por ello estoy aquí, ruego se escuche mi llamado, ya que anhelo un buen trabajo digno de mí. No pido más riquezas que no sean tus bendiciones, y aquello material que sea necesarios para mí y mi familia.
Aumenta mis ingresos para que el dinero llegue a mí y que allí se mantenga. De igual manera, pueda adquirir propiedades y bienes que engrandezcan mi economía, pero que al igual pueda caminar de tu mano sin faltar a tus mandatos.
Te pido piedad y fortaleza para enfrentar los nuevos retos que has de poner en mi camino.
Gracias eternas por tantas bendiciones. Amén.
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