sábado, 19 de noviembre de 2022

VIRGEN DE LA PROVIDENCIA



Descansa el Divino Niño
mientras la Madre contempla
dulcemente en tu regazo,
Virgen de la Providencia.

Todo es paz, nada perturba
la belleza de esta escena,
gira el mundo y arde el sol,
Jesús es vida que alienta.

Y la tierna manecita
María en la suya aprieta:
Eres mi gozo, hijo mío,
alegría de la tierra.

La eternidad se reposa
en esa sonrisa bella:
Dios en mujer encarnado,
Dios dormido, Dios en vela.

Dios es nuestro, descansemos,
que brille la luz serena;
Dios es Padre: me abandono
y eternamente así sea.

En los brazos de una Madre,
cosas en el salmo se reza.
Gracias, Madre de Jesús,
Madre de la Providencia. 

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