San José, padre adoptivo de Jesús, hombre de la sencillez. Ser persona sencilla como tú no es solo una dimensión del carácter, sino una virtud adquirida con el esfuerzo diario de hacerse disponible a los demás. Ayúdame, oh san José, a no ser persona complicada, retorcida e inaccesible, sino amable, sencilla y transparente. Amén.
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