mas por fatal disposición del hado,
ella es más joven, y él
calla su amor, porque le apartan de ella
treinta años, en que el triste ha derramado
un mar de llanto y hiel.
¿Qué pasa luego? Nada. Que entretanto
que ella un amor inmenso, aunque tardío,
mira en él con piedad,
por la parte de allá del mar de llanto,
-¡Adiós -dice él-, último sueño mío!
¡Hasta la eternidad!...
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