¡Buenos días!
Cada domingo los cristianos nos reunimos para hacer memoria de Jesús, recordando su generosidad y su entrega hasta la muerte. Y al recordarle, traemos a la memoria su última voluntad y mandato a todos: “Amaos unos a otros como yo os he amado. Si os amáis, conocerán que sois mis discípulos”.
Jesús, además de invitarnos a su mesa hoy, nos invita también a implantar en el mundo su reino de justicia y de paz. Para esto solo hace falta una cosa: AMAR. Ese ha de ser el distintivo de todos los que formamos la Iglesia, de los que somos la comunidad de Jesús. ¿Estamos dispuesto a ello?
Te deseo un feliz y bendecido Domingo con el Señor.
Lectura del santo Evangelio según San Juan 13, 31-33a. 34-35
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».
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