¡Buenos días!
En ocasiones, todos buscamos cosas que nos llenen…, nos afanamos por esto… y por lo otro… y por lo otro… y quedamos insatisfechos… Necesitamos plenitud, algo que dé pleno sentido a nuestra vida.
Hoy Jesús, en el Evangelio, nos dará la respuesta a esa búsqueda y necesidades.
Celebraremos igualmente la Pascua del enfermo. Nos acordaremos de todos aquellos que están imposibilitados en su cuerpo o en su Espíritu.
“No dejes pasar el día sin asistir a la Eucaristía”.
¡Feliz y bendecido día!
Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 23-29
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo, Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis».
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