miércoles, 4 de mayo de 2022

MEDITACIÓN MIÉRCOLES III DE PASCUA C (P. Damián Ramírez)

Señor Jesús, hoy compartes con nosotros que la voluntad del Padre es esa: que no pierdas nada de lo que te dio, sino que haya en todo resurrección. Y por eso en mi oración de hoy te pido dos cosas: que nada de lo que me has regalado a mí lo pierda y que todo cuanto necesita vida abundante, Tú lo resucites. 

Señor Jesús, soy un privilegiado: me has regalado la vida, la fe, la familia, la comunidad, un carisma, unos talentos, miles de oportunidades y un sinfín de encuentros y experiencias imposibles de enumerar. Te pido que nada de todo eso lo pierda sino que lo sepa poner a disposición y multiplicarlo.

Señor Jesús, en segundo lugar te pido por todo aquello que no está bien en mi vida: mis vacíos, mis quejas, mis debilidades, mis pecados, mis mentiras, a veces mis pocas ganas de nada, mis acomodamientos, mis torpezas, mi falta de esperanza y de caridad, mi ceguera y mi falta de compromiso y verdad. Te pido que en todo ello me des vida, vida abundante, vida que no conoce fin. 

Señor Jesús, Tú que puedes resucitarlo todo, danos vida. Haznos vivir libres, agradecidos y responsables de tanto como hemos recibido. Haznos vivir en clave de Resurrección. 

Así te lo pedimos. Así sea.


Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 35-40

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».







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