viernes, 6 de mayo de 2022

MEDITACIÓN VIERNES III DE PASCUA C (P. Damián Ramírez)

"El que come mi carne y bebe mi sangre vivirá para siempre" (Jn 6,52-59)

Señor Jesús, vivir para siempre ¡eso queremos todos! ¡Eso quisiéramos que sucediera en nosotros y en toda la gente de buena voluntad! Vivir, disfrutar de la familia, de la Creación, de lo que sabemos y tenemos, de la amistad, de la cultura, del aprender y del viajar, del ver y del escuchar, de todo lo que nos hace profundamente felices. 

Señor Jesús, en Ti es posible vivir para siempre. Haznos comprender qué significa eso y cómo hemos de vivir siendo Tú el Señor de nuestra vida. Haz que mis opciones y mis acciones me hagan vivirlo todo sintonizado con tu Evangelio. Haz que mi vida hable de la tuya y que los demás, al verme, a Ti te vean. Quiero vivir ¡Dame vida! 

Así te lo pido. Así sea.




Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 52-59

En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí:
«¿Cómo puede este darnos a comer su carne?».
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.






 

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