¡Buenos días!
Hace nada los discípulos estaban encerrados, con las puertas atrancadas, por miedo a los judíos. Hoy los vemos en el evangelio que, con su enseñanza, llenaron las calles de Jerusalén. ¡Buen cambio, sí señor!
¡Pidamos hoy que nosotros estemos en esta segunda página y sigamos escribiendo como Dios quiere!
¡BUEN DOMINGO!
¡Y BUEN DÍA DE LA MADRE… Y POR SUPUESTO DE NUESTRA MADRE DEL CIELO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario