San Acacio, mártir de Bizancio, nació en Capadocia y era centurión del ejército imperial. Murió por la fe durante la persecución de Diocleciano y Maximiano. Según las «Actas» de san Acacio, fue denunciado por el tribuno Firmo, en Perinto de Tracia, donde el juez Bibieno le mandó torturar cruelmente. Después, fue trasladado a Bizancio, donde lo desnudaron, le colocaron una corona de espinas y lo flagelaron públicamente colgado de un nogal. Los azotes, en vez de con los látigos y fustas empleados por los ejércitos romanos de la época, fueron trenzas de acacias, árboles espinosos muy duros que le marcó el cuerpo. Luego trataron de lapidarlo, pero milagrosamente las piedras no lo alcanzaron y regresaban hacia los que las habían lanzado.Finalmente después de que los ángeles curaran sus heridas, fue decapitado. Era el año 303.
LOA A SAN ACACIO
Santo mártir y general
de las milicias de Dios,
líbranos de todo mal,
Acacio gran protector,
líbranos de todo mal,
Acacio gran protector.
De entre nubes refulgentes,
salió el ángel soberano
que iluminó vuestra frente,
con la señal del cristiano,
que iluminó vuestra frente,
con la señal del cristiano.
de las milicias de Dios,
líbranos de todo mal,
Acacio gran protector,
líbranos de todo mal,
Acacio gran protector.
De entre nubes refulgentes,
salió el ángel soberano
que iluminó vuestra frente,
con la señal del cristiano,
que iluminó vuestra frente,
con la señal del cristiano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario