Gloriosa Santa Flavia, mártir, que siendo sobrina del cónsul Flavio Clemente fuiste acusada durante la persecución a los cristianos por haber renegado de los dioses paganos y, por ello, por tu fe en Cristo, junto con otros muchos cristianos sufriste destierro en la isla de Ponza, para padecer un cruel martirio.
Apiádate de este devoto tuyo que a ti recurre en este momento de aflicción y no dejes de rogar a Dios por mí, hasta que halles cumplimiento para la súplica que con tanta fe y devoción he solicitado de tu preciosa compasión.
Santa Flavia Domitila, ruega a Dios por mí. Amén.
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