Señor Jesús, aún resuena en nosotros el Evangelio de ayer domingo y gustamos internamente de ese Buen Pastor que Tú eres para nosotros. Gracias por acompañar nuestra travesía, gracias por compartir el pan con nosotros, gracias por ser compañero en todo tiempo. Necesitamos un guía, un maestro que nos muestre qué es lo mejor, lo más justo y lo más bello. Gracias por ser Tú nuestro amigo fiel.
Señor Jesús, sabemos que además de Buen Pastor, Tú eres la puerta del redil. Ayúdanos a entender y vivir que si no es a través de Ti no podemos ser de los tuyos, que si Tú no estás en nuestra vida, a nuestras decisiones, opciones y acciones les faltará fundamento y verdad. Haz que atravesamos esa puerta sabedores de que en Ti estamos bien, de que Tú nos guardas y ofreces el alimento que necesitamos.
Señor Jesús, ante nosotros se abren muchas puertas todos los días. Te pedimos que nos des la capacidad de discernir por cuáles hemos de entrar y por cuáles no, cuáles llevan tu impronta y cuáles nos alejan de Ti. Ayúdanos a no elegir nunca aquello que acaba negándote por pura comodidad nuestra. Haznos sencillas bisagras, que nadie ve, que parece que no están, pero que llevan sobre sí la responsabilidad de mostrarte, de sostenerte y de que sigas siendo puerta de entrada para todos.
Así te lo pedimos. Así sea.
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