¡Oh, Jesús, Pastor eterno de las almas!, dígnate mirar con ojos de misericordia a esta porción de tu grey amada. ¡Señor, gemimos en la orfandad! Danos vocaciones, danos sacerdotes santos. Te lo pedimos por la Inmaculada Virgen María, tu dulce y santa Madre. ¡Oh, Jesús, danos sacerdotes según tu Corazón!
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