La vez primera que fijé mis ojos
en tu inocente faz,
sentí que mi alma arrodillada dijo:
Yo te debo adorar;
te acercaste a mí; sintió mi frente
tu beso celestial,
abrasóme tu fuego, alzóse el alma
y dijo: basta ya.
en tu inocente faz,
sentí que mi alma arrodillada dijo:
Yo te debo adorar;
te acercaste a mí; sintió mi frente
tu beso celestial,
abrasóme tu fuego, alzóse el alma
y dijo: basta ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario