Madre Petra y San José
no pueden ir separados
sino siempre entrelazados
por la fe y la caridad.
San José sufrió dolores,
Madre Petra los sufrió
y el AMOR de sus amores
a los dos los consumió.
Siete gozos principales
deleitaron a José
y por gracias especiales
ella los gozó también.
De Jesús y de María
José en los brazos expiró
y ella con gran alegría
igual dicha mereció.
Asiento tomó en el cielo
el santo de Nazaret
y es nuestro mayor consuelo
el pensar que ella también.
¡Cuán admirable y cuán grande
es el Señor San José!
¡Cuán grande y cuán admirable
Madre Petra su hija fiel!
¡Oh San José, no te alejes
ni me abandones jamás!
¡Madre Petra no me dejes,
ruega por mí sin cesar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario