Oh Dios omnipotente,
para salvar a la gente
te hiciste hombre,
bendito tu santo nombre.
No hay quien desprecies
en las especies,
con extrema humildad
depositas tu Divinidad.
De ese modo fecundo
llegas a todo el mundo,
aquel que te consume
de tu amor presume,
feliz por tu bendición
te conserva en su corazón.
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