¡Buenos días!
El domingo pasado, Jesús nos invitaba a luchar contra las tentaciones, eligiendo el camino del bien.
En este 2º domingo cuaresmal, el evangelio nos habla de la transfiguración de Jesús en el monte Tabor.
Con Jesús, orando y conectándose con el Padre, los apóstoles se llenan de la luz de Dios.
Aprendamos hoy nosotros esa la lección
En esta Cuaresma, busquemos momentos para escuchar a Jesús en la oración personal y comunitaria, así recibiremos la luz y la fuerza para seguir el camino hacia la Pascua mientras servimos a los demás.
¡Disfruta de este domingo junto al Señor!
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 28b-36
En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras estos se alejaban de él, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía lo que decía. Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube. Y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo».
Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
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