viernes, 4 de marzo de 2022

MEDITACIÓN VIERNES DESPUÉS DE CENIZA (P. Damián Ramírez)


“¿Por qué tus discípulos no ayunan?” (Mt 9,14-15)

Señor Jesús, ayunar por ayunar es algo ¡tan estético, tan superficial y tan poco fecundo! 
Sabemos que el ayuno que a Ti te gusta es que nos reconozcamos necesitados de un corazón más generoso. 
Que nos sepamos siempre en camino. Que seamos conscientes de que sin Ti nuestra vida se convierte en una monotonía que acaba con casi todo.

Señor Jesús, el ayuno que Tú quieres que hagamos es el de dejar las habladurías, las murmuraciones y las opiniones que sabemos hacen daño y dar paso a la compasión, a dar oportunidades a los demás y a dar palabra a los que andan sin voz.

Señor Jesús, el ayuno que Tú quieres que hagamos es que hoy nos olvidemos un poco de nosotros mismos y recemos por la paz, por esos miles de familias atrapadas entre fronteras, intentando huir del horror. 
El ayuno que Tú quieres es que nos pongamos en su lugar y, si es necesario, que “salgamos” en su ayuda según lo que esté en nuestra mano.

Señor Jesús, el ayuno que Tú quieres que hagamos es que seamos más amables, más cercanos, más misericordiosos. 
Que hoy viernes de Cuaresma seamos motivo de alegría para todos.  
Que en nosotros la gente te vea o te intuya. 
Que nuestra manera de estar y de creer trasparente que es posible ser felices siendo buenos.

Señor Jesús, el ayuno que Tú quieres que hagamos es que abandonemos toda posición y actitud de dominio, de autoridad y de presión sobre otros. 
Que no juzguemos. Que no andemos subrayando lo que los otros no hacen o hacen mal o hacen de modo diferente a la norma, sino que hagamos hueco en nuestro corazón para que nadie se sienta solo ni excluido.

Señor Jesús, el ayuno que tú quieres que hagamos es ese que nos prepara para poder vivir con radicalidad el misterio de la cruz, la luz que nace del sabernos servidores y el gozo de saber que al final de todo siempre estás tú resucitado.

Ayúdanos, Señor Jesús, a vivir esta jornada de abstinencia con paz. 

Haz que ayunemos de todo aquello que nos aleja de ti y de los hermanos, haz que lo importante no quede oculto bajo lo urgente y haz que todo el día sea una ofrenda hecha desde lo más profundo de nuestro corazón. 

Así te lo pedimos. Así sea.


Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,14-15):

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».






No hay comentarios:

Publicar un comentario