miércoles, 24 de julio de 2019

TERCER MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS


Dios nuestro Señor creó el mundo en seis días o épocas y descansó el día séptimo. Por eso nosotros, después de seis días de trabajo, descansamos también el día séptimo, que es el domingo. Y descansamos el domingo (palabra que quiere decir día del Señor) porque en un domingo tuvo lugar la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
La Iglesia, además de los domingos, estableció otros días festivos o fiestas. La palabra fiesta significa día feliz.
Los domingos y demás días festivos establecidos por la Iglesia deben ser santificados, como ordena el tercero de los mandamientos de la Ley de Dios: Santificarás las fiestas.
Para santificar las fiestas hay que oír Misa entera con toda devoción. Además, en los días festivos nadie puede hacer trabajos serviles, como cavar, arar, levantar una pared, etc., pero podemos leer, escribir, pasear, jugar, etc.
Sin embargo, hay algunas causas que autorizan el trabajo en días festivos. Por necesidad están permitidos los trabajos de ferroviarios, panaderos, salvar una cosecha en peligro, etc., siempre que quienes los realicen oigan la santa Misa.
Por motivos de caridad se puede trabajar en favor de los enfermos y de los pobres.
Están obligados a oír Misa todos los cristianos que hayan hecho su Primera Comunión.

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